Es una especialidad esencialmente quirúrgica, es decir, el urólogo es un cirujano especializado en las operaciones qué se realizan en las vías urinarias. Aunque también atiende muchos padecimientos que no requieren de una cirugía como tratamiento.
El aparato urinario abarca los riñones, los ureteros (conductos que unen las cavidades renales con la vejiga), la vejiga y la uretra ( conducto que va de la vejiga al exterior del cuerpo). Los órganos genitales masculinos son los testículos, los conductos deferentes (que comunican lo testículos con la próstata), las vesículas seminales, la próstata y el pene. En los hombres, las vías urinarias y los genitales se unen a nivel de la próstata. Esto no sucede en las mujeres.
Existen muchas enfermedades de estos dos aparatos:
- Infecciones urinarias
- Infecciones de transmisión sexual
- Tumores (benignos y cancerosos)
- Malformaciones
- Cálculos (piedras) en vías urinarias
- Disfunción eréctil
- Eyaculación precoz
- Infertilidad (masculina)
- Lesiones traumáticas de vías urinarias y genitales
- Incontinencia urinaria
- Trasplante renal
- Crecimiento de la próstata
En la actualidad la urología cuenta con muchos recursos para la atención de los pacientes: medicamentos, cirugía tradicional, cirugía endoscópica, cirugía laparoscópica e incluso cirugía robótica.
Para ser urólogo se requiere ser médico cirujano titulado, haber cursado por lo menos un año de la especialidad de cirugía general y realizar cuatro años de especialización en urología. Para ser miembro de la Sociedad Mexicana de Urología, además de lo anterior, es requisito haber aprobado el examen de certificación del Consejo Nacional Mexicano de Urología.